El Castillo de Ministro Rivadavia: Un Enigma Arquitectónico con Sabor a Leyenda

Esta edificación, presuntamente levantada a principios del siglo XIX, se erige majestuosa en un extenso parque delimitado por las calles Manuel Araujo, Atilio Supparo y Estanislao del Campo.

Región27/05/2025
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Por Agustín Ochoa Ortega. 

 

Ministro Rivadavia, un nombre que resuena con historia y tradición en el partido de Almirante Brown. Más allá de ser la localidad más antigua de la región, alberga en sus construcciones centenarias una rica narrativa que se entrelaza con mitos y leyendas urbanas. Entre ellas, una destaca particularmente: el enigma del castillo ubicado en la frontera con Claypole.

 

Esta edificación, presuntamente levantada a principios del siglo XIX, se erige majestuosa en un extenso parque delimitado por las calles Manuel Araujo, Atilio Supparo y Estanislao del Campo. Su diseño, que evoca un palacio veneciano del siglo VII, captura la atención con sus añejas galerías, molduras onduladas, amplios ventanales, techos de pizarra y sólidas puertas de madera maciza, farolas que iluminaban todo el jardín que al caer el sol se convirtió en un bosque impenetrable;  todo ello resguardado tras muros y rejas.

 

Pero, ¿cuál fue el propósito original de este castillo? ¿Fue una ostentosa residencia familiar, un puesto estratégico militar, o una construcción con fines más enigmáticos? La ausencia de documentación concluyente ha alimentado diversas teorías, consolidando su reputación como un verdadero enigma arquitectónico.

 

La tradición oral, transmitida de generación en generación, añade una capa adicional de intriga. En su libro “Brown, una historia compartida”, el historiador Felipe Pigna rescata el testimonio de Marita Lippi, hija de Lorenzo Lippi, quien ofrece una versión fascinante: "Dicen que El Castillo era de Juan Duarte, el hermano de Eva. Los albañiles que lo construyeron paraban en el bar de mi papá. Yo era chiquita y me acuerdo que contaban que iba a ser un casino, que no era muy común en esa época. Hasta se comentaba que iba a haber ascensores para los autos, porque el estacionamiento iba a estar arriba. Nunca pudimos entrar. Después de la Revolución (Libertadora) de 1955 quedó abandonado”.

 

Esta anécdota ilustra la riqueza de la tradición oral que rodea al castillo y alimenta las especulaciones sobre su origen. La idea de un casino lujoso, con innovaciones arquitectónicas adelantadas a su tiempo, que luego cayó en el abandono tras la Revolución Libertadora, otorga a su historia un toque de dramatismo palpable.

 

Reconociendo su valor histórico y cultural, en 2013 el Honorable Concejo Deliberante (HCD) local declaró El Castillo “Patrimonio Histórico de Almirante Brown”, frenando así el avance de las construcciones modernas y preservando los relatos que impregnan cada pared de esta edificación, conectándonos con el pasado, la identidad, la historia y la tradición de nuestra comunidad. Incluso alrededor de El Castillo se construyó el barrio “Altos del Castillo”.

 

Incluso se especula sobre conexiones subterráneas, como mencionó Mario Fuentes, ex titular de la comisión de Infraestructura y Espacio Público del Concejo Deliberante local, en una entrevista al Clarín Zonal: “Alrededor del Castillo, por ejemplo, existen mitos diversos: algunos aseguran que bajos sus cimientos se esconden laberintos subterráneos, que conectan con otros establecimientos como la Comisaría y la Iglesia. Además, Juan Duarte (hermano de Evita) solía frecuentar".

 

El "Castillo" de Ministro Rivadavia trasciende la mera condición de construcción antigua; es un símbolo del misterio y la historia entrelazada que define la identidad de Almirante Brown. Es una invitación a explorar el pasado, a cuestionar las certezas y a sumergirse en las leyendas que dan vida a nuestro patrimonio. Una visita a este lugar, aunque solo sea para contemplar su imponente fachada, representa un viaje al pasado y una oportunidad para reflexionar sobre las historias que aún aguardan ser contadas.

 

El Castillo de Claypole-Ministro Rivadavia: Laberintos Secretos,Rosas, Perón y Mitos Subterráneos

 

El Castillo de Claypole-Ministro Rivadavia, ubicado en el corazón de Almirante Brown, encierra un halo de misterio que alimenta la imaginación colectiva. Más allá de su imponente fachada y la rica historia de la zona, el castillo se ha convertido en el epicentro de un entramado de leyendas urbanas, donde la política nacional, túneles secretos y encuentros clandestinos se entrelazan.

 

Uno de los relatos más persistentes involucra la presencia de figuras prominentes del peronismo. Se rumorea que Juan Domingo Perón, tres veces presidente de la nación, y su cuñado, Juan Duarte, visitaron en secreto el castillo. Esta conexión, aunque carece de confirmación documental, añade un atractivo especial a la propiedad, ligándola a un período crucial de la historia argentina.

 

Pero el misterio no se limita a visitas ilustres. Los vecinos e historiadores locales transmiten de generación en generación la existencia de una red de túneles subterráneos que conectaba el castillo con puntos estratégicos de la región. Algunos afirman que estos conductos permitían viajar con seguridad bajo tierra hasta Burzaco, Longchamps, la Municipalidad de Almirante Brown, la estación de trenes de Adrogué, e incluso, lo vinculan con la vieja Quinta Rocca, actualmente sede de la Universidad Nacional Guillermo Brown.

 

Otras versiones sugieren que el castillo perteneció al Brigadier y ex Gobernador Juan Manuel de Rosas, sirviendo como refugio para soldados rosistas tras la Batalla de Caseros y para aristócratas que huían de la epidemia de Fiebre Amarilla en Buenos Aires. Es importante destacar que estas son solo leyendas que, hasta el momento, no han sido ni confirmadas ni desmentidas.

 

Se dice que la construcción de estos túneles, solían responder a la moda de la época, los cuales buscaban ofrecer una vía de escape o comunicación discreta. Sin embargo, el trazado exacto de esta supuesta red subterránea permanece desconocido, alimentando aún más la especulación y el misterio.

 

Si bien la existencia de estos túneles continúa siendo un mito, la dificultad de acceso al castillo por su ubicación para los curiosos, contribuye a su aura de secreto. La rica fauna silvestre de la zona, incluyendo nutrias, comadrejas, liebres, perdices, zorros colorados e incluso yararás, producto de su naturaleza rural, añade una barrera natural que protege su intimidad.

 

El Castillo de Claypole-Ministro Rivadavia, entonces, se erige como un símbolo de la historia local, un lugar donde la realidad se mezcla con la leyenda, donde los ecos de un pasado político conviven con el silencio inquietante de posibles pasadizos subterráneos. Su misterio perdura, invitando a explorar los límites entre la verdad y la ficción en un rincón fascinante del Gran Buenos Aires.

 

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